top of page

La India y sus Maharajas

La India es un país hermoso, lleno de experiencias únicas y contrastes. Puede ser tan vasta y encantadora que nos permite encontrar “lo que buscamos” o hacernos vibrar por sus sabores, colores y costumbres. Algunas personas afortunadas podemos aprender incluso de nuestra propia existencia y el valor de las cosas, como el viaje de la muerte en Varanasi en donde descubrimos que el cuerpo no es más que una caja, haciendo de este amor a la India una pasión incontrolable, como la describe el gran escritor español, Ramiro Calle.


Entre la multitud de aproximaciones a este complejo país, el acercarse al tiempo y excentricidades de los Maharajas parece un objetivo surreal. A su espléndida arquitectura de elegantes palacios, ropajes de sedas y turbantes que nos remontan a “Las mil y una noches”, y magnates de hasta 10 esposas, se suman historias de pugnas y luchas fratricidas por riquezas y poder. Un elemento central de aquellos contrastes, costumbres ancestrales e historia viva que la India nos tiene acostumbrados.


En 1947, cuando la India se independizó del Imperio británico (incluyendo al actual Pakistán y Bangladesh) poseía cerca de 600 Estados principescos. Los maharajás eran siempre los varones primogénitos de la primera esposa. En muchos casos, no se tiene constancia ni del nombre de las esposas ni el de las hijas de algunos varones de la familia.


El título de Maharajá no era común antes del Raj británico (que es esto). Durante este período muchos Rajás y otro tipo de gobernantes hindúes fueron elevados al rango de Maharajá, independientemente del hecho de que decenas de estos nuevos Maharajás gobernaban solo pequeños territorios. En la práctica actuaban como el sector más alto del sistema político. La palabra Maharaja significa “Gran Rey”, Maja=Grande, Raja=Rey, siendo su equivalente femenino “Maharani”.


Bajo el reinado de los Maharajas la India fue considerada como una de las civilizaciones más importantes del mundo, incluyendo un elevado reconocimiento a su arte, historia, espiritualidad y cultura. El boato y lujo de algunos de estos gobernantes contribuyó a agregar un elemento adicional de excentricidad y aventura a este país de príncipes que se desplazan en elefantes, ferrocarriles privados o Rolls Royce y palacios de mármol decorados con pieles de tigres que en muchos casos ellos mismos cazaban.


Cuando llegaba un Maharaja a algún reinado vecino, llegaba con soldados, elegantemente vestidos por delante, (como antesala a su llegada y una especie de procesión). Desde la silla especial de su elefante, decorado con piedras preciosas, incrustaciones de oro, mantas de seda, el Maharaja era recibido con cañonazos que anunciaban su llegada. Cuanto más era su importancia más cañonazos recibía, en algunos casos hasta 21, como el Maharaja de Mysore o el Nizam de Hyderabad, el más grande estado de India (debido a su cooperación militar con los británicos durante la Primera Guerra Mundial).


La arquitectura maharajá encuentra sus raíces en la arquitectura islámica, que llegó de la mano de los primeros conquistadores musulmanes, aportando las cúpulas, los mosaicos y minaretes pero integrándose a los elementos tradicionales indios, como los patios rodeados de columnas, los balcones sujetos por ménsulas y especialmente, la excesiva ornamentación. A pesar de sus diferencias, estos estilos arquitectónicos se fundieron de manera armónica dando lugar a uno nuevo, llamado “Indo-islámico”. El ejemplo culminante de este estilo es el m


ausoleo del Taj Mahal, en Āgra. Está coronado por una cúpula y realizado en mármol blanco con incrustaciones de piedras preciosas y fue construido entre 1632 y 1643 por el emperador mogol Sha Jahan. Posteriormente, con los Maharajás este estilo se fusionaría nuevamente utilizando esta vez como modelo a los grandes palacios europeos.



Taj Mahal, Agra


El estilo indo-islámico se suele dividir en tres fases: El Pathan, el Provincial y el Mogol. La usada por los Maharajas es “la fase Mogol”, con su mayor apogeo entre los siglos XVII y XIX.


Quisiera referir algunos ejemplos de destacados Maharajas que sobre la base de las diversas influencias arquitectónicas que reflejaban al mismo tiempo mentalidades únicas de este particular tiempo.


Maharaja de Mysore


Ubicado en el reino de Karnataka, al sur del pais, cerca de Bangalore, el palacio de Mysore se constituyó en la residencia de los reyes de Wodeyar. Dicho palacio tiene muchos estilos arquitectónicos entremezclados con influencias indias, musulmanes, góticas y de Rajput. Fue encargado, a pedido personal del Maharaja, al arquitecto británico Henry Irwin. La construcción empezó en el año 1897 y fue terminando en 1912 y, posteriormente, ampliado en el 1940, después de un gran incendio. La estructura tiene tres pisos de granito, de color gris, pero lo más destacado es su interior. Posee salas públicas y privadas llamadas Durbars, finamente decoradas con cúpulas y detalles en dorado, pisos de mármol y arcos ornamentados, además de fascinantes esculturas, pinturas y murales que relatan historias de los anteriores Maharajas y sus reinados.



El trono del Maharaja que es de oro, con incrustaciones de piedras preciosas, ubicado al final de un salón de pasadizos rodeados de columnas decoradas, al estilo de una sala hipóstila del antiguo Egipto, en clara ostentación de poder y de riqueza. De esta manera se configura uno de los elementos centrales de la arquitectura maharajá destinado a impactar al visitante.

Mysore de noche

Sala de Eventos especiales

Trono del Maharaha

Fotografias de los Majarahas: www.mysorepalace.gov.in


El majaraha de Kapurthala


El reino de Kapurthala esta ubicado en el estado de Punyab al norte del país. El Maharaja, Sir Jagatjit Singh, es uno de los más conocidos, no solo por sus riquezas y hermosos palacios sino por una historia de amor prohibida, que luego inspiraría la novela de Javier Moro llamada “Pasión India”, en el cual narra su relación con la bailarina de flamenco española, Anita Delgado.

El palacio actualmente se denomina, Sainik School, y es utilizado como un colegio militar desde julio de 1961, habiendo pasado por sus aulas más de 1150 oficiales. Dicho palacio inicio su construcción en el año 1900 siendo terminado en el 1908, y cuenta con un área aproximada de 0.81 Km2. Fue diseñado por el arquitecto francés, M. Marcel, con el apoyo de su asistente el Arq. Allah Ditta de nacionalidad India. Actualmente no está abierto al público.



En su interior se puede observar el estilo típico barroco francés: “Quizá el aspecto que más llame la atención de la arquitectura francesa barroca sea la disociación que existe entre lo que prometen sus exteriores y la sorpresa que aguarda en el interior, compuesta por toda una voluptuosa serie de decoraciones y objetos que, en ocasiones, rozan el delirio” (2). Sus características principales son la utilización de curvas, elipses y espirales, así como figuras policéntricas para sus composiciones. Este gusto palaciego, característico durante la época del reinado del Rey Sol, Luis XIV, en Francia, es combinado con un estilo clásico renacentista, eran del gusto de los Maharajas. El diseno de los jardines del palacio, se inspiraban en palacios franceses como Versailles y Fontainbleau.


(2) Web el portal de la historia del arte


El majaraha de Gwalior



El palacio Jai Vilas del Maharaja de Gwalior de 1.240.77m2 es la actual residencia de la familia Scindia con 25 habitaciones que ahora alojan al Museo Jivaji Rao Scindia. Se trata de un ejemplo, nuevamente, de una mezcla de arquitectura europea, diseñado y construido por Sir Michael Filose. El primer piso es toscano, el segundo italo-dórico y el tercero corintio.


Destaca particularmente el salón Durbar, con dos arañas de luces al centro que pesan un par de toneladas. Estas se instalaron después de que se comprobara la resistencia del tejado con diez diferentes elefantes luego que el techo se derrumbara en un primer intento quedando el primer elefante gravemente herido.


En su defensa dijo que había decidido comprobar la solidez del tejado de su palacio porque había comprado en Venecia un candelabro gigantesco para rivalizar con los que colgaban de los techos del palacio de Buckingham. Finalmente, logró un techo estructuralmente sólido para lucir sus preciados candelabros de cristal.


Techos dorados, cortinas pesadas y tapicerías, magníficas alfombras persas y muebles antiguos de Francia e Italia son las características principales de sus amplias habitaciones.


Este maharaja era, también, muy aficionado a los trenes y mando a fabricar uno en miniatura (de plata), cuyas locomotoras y vagones circulaban sobre una red de rieles de plata entre la cocina y la mesa de comedor de su palacio. El cuadro de mandos estaba instalado en el lugar donde se sentaba y desde donde manipulaba las manivelas, palancas, botones y sirenas que transportaban las bebidas, comida, cigarros o dulces.

Tren de plata del Maharaja

Sala Durbar Hall

Puerta Principal del Palacio


El Maharajá de Alwar

La ciudad de Alwar está justo donde las montañas de Aravalli descienden hacia las llanuras del norte de la India, a unos 160 kilómetros al sur de Delhi y a unos 150 kilómetros al norte de la capital de Rajastán, Jaipur.


Su palacio Vinay Vilas constituye también una mezcla de estilos, incluyendo el tradicional de la zona Rajput y elementos mugales. Sus elegantes pabellones de mármol están asentados sobre bases de flor de loto. El palacio responde al estilo ornamental recargado que tanto gustaba a estos gobernantes. Actualmente en su primer piso funcionan oficinas del gobierno y tribunales de distrito, el piso superior un museo con las mejores piezas del palacio.


Foto: Web. Mapmyindia


Alwar fue el primer estado principesco de la India en entrar en relaciones comerciales con la Compañía de las Indias Orientales bajo la figura de Jai Singh Prabhakar Bahadur, quien es conocido como el Maharaja de los Rolls Royce. En 1920, durante una visita a Londres, el maharajá entró en una lujosa tienda de Rolls Royce de Bond Street para preguntar precios y características de los coches. Como iba vestido con ropa informal, los vendedores lo echaron de mala manera. Al retornar, horas después, vestido con sus ropas reales fue recibido con honores y alfombra roja, comprando los seis coches que tenían en la exposición y solicitando su inmediato traslado a la India. Una vez en India, dispuso que les colocaran unas escobas y los utilizaran para la limpieza de las calles de la ciudad. La noticia se difundió por todo el mundo y la reputación de la empresa Rolls Royce fue afectada grandemente, convirtiéndose en el hazmerreír de la industria automovilística como sinónimo de un “auto que utilizan para limpiar las calles en la India”. La compañía Rolls Royce tuvo que enviar un telegrama de disculpas y regaló seis vehículos al Maharaja, quien retiró los coches de la limpieza de la ciudad.


Fotografia: http://q8-2009.blogspot.nl/2017/04/blog-post_11.html

Conclusión


Los Maharajás representaban en sus palacios el estatus de su alcurnia y poder. Al asumir en la fusión de su arquitectura numerosos elementos europeos los hacían competir con los grandes ejemplos arquitectónicos de ese continente. Conscientes de ello, los maharajás buscaron, sin límite de recursos financieros, sobresalir e imponerse sobre los de los reyes europeos, generando así una herencia arquitectónica única de alta calidad y exuberante belleza.


En 1947 la India se independizó del imperio británico, y una de las primeras disposiciones de su nuevo Presidente, Jawaharlal Nehru fue pedir a los maharajás que entregaran sus Estados para unirlos en una sola India. Pese a la negativa de algunos, se alcanzó el acuerdo final, logrando a cambio mantener ciertos privilegios como un ingreso permanente denominado “privy purse” incluso garantizado por la propia Constitución.. En 1971, Indira Gandhi aprobó una enmienda a la Constitución eliminando este derecho, así como la capacidad de utilizar sus títulos. Así, los maharajás dejaron de existir ante la ley de la India.


Los herederos de los maharajás son aún respetados hoy en día. Algunos de ellos se han inclinado a la política, al ámbito cultural o entregaron sus grandes palacios a las grandes cadenas hoteleras (Taj Hotels), como el Palacio Umaid Bhawan ubicado en Jodhpur, propiedad del maharaja Umaid Singh (administrado por su heredero Gaj Singh).


Muchas personas hasta el dia de hoy, cuando los ven, se inclinan ante ellos para tocar sus pies, siguiendo una costumbre tradicional, que reconoce, al mismo tiempo, la influencia e importancia que desempeñaron, en su momento, en la historia india y, por qué no, agradeciendo el legado de decenas de palacios que hoy adornan al país.


Fachada del Palacio Umaid Bhawan en Jodhpur


Visitar y vivir en India, rodearse de estos palacios, empaparse de la vida de los maharajas con esta arquitectura tan particular, no solo te envuelve en un magestuoso diseño y especial colorido, sino te hace vivir un cuento de hadas siendo todo tan real como su magestuosa arquitectura sintiendola a cada paso un poco mas cerca de ti.



NY Noviembre 2018

Fotografia: @Jeanette Somocurcio Ll.


bottom of page