Los días miércoles y el espejo
Ayer no fue un gran día, siempre,
sucede algo que nos decepciona, de una u otra manera, algo nos enfada, algo nos hace llorar, algo nos fastidia, pero mi pregunta va a esto, ¿Porque los martes?
Empecé pensando esto una noche, porque nos pasan cosas que no nos agradan o hieren a personas que queremos o no nos entienden, si tan solo habláramos claro y sencillo, solo la verdad, sin maquillaje, seria todo tan fácil, se nos enreda todo,
Tenemos muchas cosas que resolver en el trabajo, la casa, los hijos, la familia, tanto así que nos ponemos tan irritables que ni el perro nos soporta, necesitamos un día para nosotros, necesitamos un día para pensar en nosotros mismos.
Van varias veces que me ha sucedido algo extraño, me miro al espejo un día miércoles en la mañana y veo una gordita que me mira feliz y me pregunto: ¿Porque está feliz?, no la veo bonita, solo la veo feliz, hasta que me doy cuenta, que soy yo, pero no refleja lo que siento o como me siento, hasta que la miro a los ojos y lo veo todo, la veo tan linda, llena de energía, llena de vida, súper positiva, inmediatamente agarro el teléfono, trato de captar una fotografía a esta persona, ¡por fin!, digo, ¡ la tengo!... cuando la veo, no es ella, trato muchas veces más y me digo, pero no puedo tomar una sencilla foto, ¿Que paso?...¿Que pasa con este teléfono?... seguro la cámara esta malograda, ¡Estos chicos, que siempre agarran mis cosas!, borro las fotos con mucha cólera e impaciencia, para no dejar evidencia de ello, pero cuando estaba borrando la quinceava fotografía, obviamente más serena, me puse a pensar.
No necesito un espejo para reflejar mi felicidad, no la voy a encontrar ahí, la gente no la va a ver en una foto, tendría que escucharme o mirar mis ojos para darse cuenta, pero, ¿Porque tanta felicidad los miércoles?
En el camino al tren, seguía pensando y mi rostro cada vez lo sentía más feliz, sentía mis mejillas coloradas y por la ventana podía ver unos prados verdes y plantaciones de flores de colores y ahí encontré la respuesta.
Encontré un día en el cual, soy libre, pienso en mí y solo en mí, no sé si es porque viajo a otra cuidad o estudio lo que me apasiona o tengo un tiempo para escribir, reflexionar, leer un buen libro o tomar fotografías o simplemente todo junto.
Ese día veo que las calles me hablan, me mandan mensajes, la gente me sonríe y cual película de Disney camino dando vueltas sintiendo el aire fresco, en las calles escucho musica, alguien toca el piano, la guitarra, … como la otra vez, justo el día de mi cumpleaños, que un muchacho toco una de mis canciones favoritas de Bryan Adams, “Here I am”, casi me pongo a llorar, ¡fue tan hermoso!, la gente seguía saludándome, como si supieran que era mi cumpleaños, pase un día estupendo.
Regresando a casa, llena de energía a las 8:30 de la noche, corro al cuarto de baño donde tengo un espejo grande, me miro al espejo nuevamente, agarro el teléfono otra vez y solo sonrio nuevamente, moviendo la cabeza, yo no soy esa imagen, esa imagen no es la que soy en realidad, mi reflejo no es un cuerpo o la ropa que llevo o el color de mi cabello, es la luz interior que refleja la Mirada y esas ganas de sonreír, aquella sonrisa no la captare jamás en un cámara, pero si puedo imprimirla en un Corazón, me di cuenta que la energía que trasmitía en las calles cuando paseaba y la gente que me sonreía eran tan solo una respuesta a mi sonrisa y mis ganas de seguir sonriendo, les pase un poco de felicidad y sonrieron conmigo, mientras pensaba esto seguía mirando mi rostro pero ahora lo veía con lágrimas y seguía sonriendo, muchas veces la felicidad esta disfrazada de lágrimas.
Salí del cuarto de baño, con el firme propósito de vestirme de miércoles todos los días y así no decir: ¡Este día de miércoles!... Sino, ¡hoy es miercoles!
¡Tratemos de vestirnos de felicidad todos los días!
Utrecht, Abril 2015